Moverme por la gastronomía de otros paises es para mí un reto. Sobre todo por la cocina de Marruecos, Irán, Palestina, Turquía. Deben ser los antepasados árabes que han dejado en mis genes el gusto por esos sabores exóticos. El aroma de las especias como el cardamomo, la canela, el cilantro, el clavo, el comino, la cúrcuma, la nuez moscada, el orégano, el jengibre y tantas otras. El uso de la miel y el agua de rosas. La menta, la albahaca, la melisa. Los frutos secos, dátiles, pasas, almendras,... un sinfín de delicias que penetran en nosotros a través de nuestros sentidos. El olfato, la vista y el gusto se recrean en un mundo de sensaciones. Una cocina para disfrutar.
INGREDIENTES:
( 2 personas)
100 gr. de cuscús
150 ml. de agua
4 filetes de pechuga de pollo cortada en tiras
1 berenjena
1 pimiento verde
1 huevo
Un poco de harina
Aceite, sal y curry
1 cucharada de miel
PREPARACIÓN:
Poner las tiras de pollo dos horas en un adobo hecho con un poco de sal, curry y la miel.
Saltearlos en un poco de aceite y reservar.
Cortar la berenjena en rodajas y meter en agua un rato.
Escurrir las berenjenas, salar, rebozar en harina y huevo batido.
Freír y sacar sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
En el mismo aceite freír el pimiento cortado a tiras.
PRESENTACIÓN:
Poner una base de rodajas de berenjena frita sobre el fondo del plato.
En el centro pondremos el cuscús hecho según las instrucciones del envase.
Rodearemos éste con los trozos de pollo y los pimientos fritos.
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